ALFREDO YANEZ MONDRAGON
EL UNIVERSAL
Un buen día de 1984, Emil y Liliana, una pareja de suizos
cansados de trabajar jornadas rutinarias, sin hijos y con una sed de
aventura que les invitaba a cambiar el estilo de vida, decidieron
acondicionar su recién comprada camioneta y lanzarse a un viaje de
un año por algunos países del mundo.
Los ahorros de 15 años de trabajo, invertidos en papeles
bancarios que generaron suficiente interés, y la gama cultural
descubierta, permitieron que esa idea, planteada sólo para doce
meses y que comenzó en Canadá en octubre de 1984, se convirtiera en
un estilo de vida propio, con 18 años de peregrinaje y mil historias
en el equipaje.
572 mil kilómetros recorridos a lo largo de los 134 países
visitados es el registro estadístico que no puede recoger las
vivencias que les hace recordar las celebraciones de año nuevo en la
soledad de la pareja, o con otros aventureros, como sucedió en el
africano Camerún.
'Cada día es una aventura distinta, en la que te encuentras con
gente muy amable, dispuesta a ayudarte aunque sea con una sonrisa,
como nos pasó en India, donde la pobreza del dinero se cambia por la
riqueza humana de cada habitante de esa milenaria nación', resalta
Liliana, con emoción, al recordar aquellas incidencias.
Venezuela ha sido visitada por esta pareja en dos oportunidades,
desde 1988 hasta hoy, 'ha cambiado mucho, pudimos ver los efectos de
la tragedia de Vargas, y ahora se nota mucho más pobreza que la
primera vez que estuvimos aquí. Aun así volvimos a la Colonia Tovar,
nuestro lugar favorito, y regresaremos a la Gran Sabana, paisaje que
no tiene comparación con ningún otro en el mundo', señaló Schmid.
Luego de una vida entregada a la aventura les resulta muy difícil
pensar en el día en que tengan que estacionar su camioneta en Suiza,
de hecho creen que regresarán a su país, sólo de visita, como
hicieron hace unos años.
'Cuando fuimos, nos dimos cuenta de que allá la gente no tiene
tiempo para nada; por eso, sólo saludamos y regresamos a lo nuestro,
que es ir cosechando amigos, descubriendo culturas, y sintiendo que
es posible soñar y cumplir las metas trazadas, con una vida modesta,
sin lujos, pero feliz'.
Según sus conocimientos, les restan cerca de 60 países por
visitar, además de las islas del Caribe, que por carencia de ferrys
entre ellas no han podido conocer. De todos esos, la legendaria
China es la que más les llama la atención. 'Es muy difícil y muy
costoso, además de que no existe libertad de tránsito, pero tenemos
la esperanza de recorrerla para sumar a nuestra aventura lo mítico
de aquel país'.